Perfil

Soy Leo, Argentino (Buenos Aires, 1986) con raíces en familia italiana. Tengo 33 años, estoy casado con Estefania (Madrid, 1983). Tengo una hija de dos años encantadora y risueña, Ágata (Madrid, 2018); y en Junio/Julio llega su hermano, Astor, para agrandar la familia. Vivimos en un pueblo de la sierra de Madrid (Cerro Alarcón, Valdemorillo), con nuestros 2 gatos (Isifú y Catalina).

Me gusta madrugar. Me levanto a las 6am los días de semana (aunque ahora en cuarentena el despertador empieza a sonar a las 6:40). Soy de desayunos muy largos. Me cuesta mucho despertar cada mañana (A quién no?). Ademas en los desayunos es de los pocos ratos que tengo para mirar las noticias y saber qué es lo que pasa en el mundo.

Me encantan todo tipos de matemáticas: Las puras, las aplicadas, y las que yo llamo «aplicadas y aplicables”. Estas últimas  son las que realmente me motivan y apasionan para que pueda sacar todo mi potencial como investigador. El saber que los resultados (lo que clasificamos como “Lemas”, “Proposiciones” y  «Teoremas», en Matemáticas) se puedan aplicar directamente en robótica y ver en mi día a día laboral como la abstracción matemática, luego se puede explotar en un algoritmo y ese algoritmo implementarlo en un robot, y además verlo con mis propios ojos, genera una gran pasión por mi profesión. Creo que soy muy afortunado de trabajar en algo que realmente me apasiona.

Qué me gusta? Por supuesto la tecnología! pero más allá de eso, que por suerte lo disfruto en el trabajo, me encanta cocinar para amigos, en particular,  hacer asados. Pero de los buenos, Argentinos. Ademas, disfruto mucho de los paseos en familia los fines de semana por el pantano de Valmayor. El parque Nacional Cabo de Gata es mi sitio preferido para vacacionar en España, donde intento ir todos los veranos a hacer esnórquel.

Mi tiempo libre lo utilizo para disfrutar en familia. Además, me gusta practicar yoga, aprender sobre nuevos temas que serán clave en el desarrollo de nuevas tecnologías, como redes neuronales y el big data, mirar alguna serie en Netflix o charla Ted en Youtube, y salir a caminar por el campo. Soy fan de las películas del Universo Marvel. Suelo ir al cine a los pre-estrenos de estas películas, y  me encanta acompañarlas con palomitas!

Hoy en día los drones se emplean en numerosos contextos: en tareas de rescate tras una catástrofe, en labores de vigilancia de áreas oceánicas (por ejemplo, para monitorizar la dispersión de plásticos), para transportar cargas pesadas o grabar eventos deportivos. Muchas de estas acciones no se pueden desarrollar por un solo dron, sino que es necesario un conjunto de ellos, que actúe de manera coordinada (para transportar un objeto, o inspeccionar un area, por ejemplo).  Para ello son necesarios novedosos algoritmos matemáticos,  en cuyo desarrollo yo trabajo. En particular, yo  desarrollo algoritmos para que un equipo de drones se pueda coordinar autónomamente y realizar juntos una tarea determinada.

Al final del perfil, hay una lista con Artículos para todo publico sobre mi investigación reciente y un video realizado por la Fundación La Caixa para difundir mi trabajo. En las fotografías al final del perfil muestro los elementos que utilizo en mi trabajo diario.

Tengo dos TOC, tener toda la cocina ordenada y la nevera clasificada por tipo de alimentos, y revisar el email constantemente desde el móvil. Mientras preparo el café de la mañana y pongo las noticias, comienzo a revisar los emails y responder los que son “rápidos”, al igual que los whatsapp. Con mis estudiantes nos comunicamos mucho por whatsapp, y tenemos nuestros grupos de trabajo también en grupos de whatsapp con mis colaboradores internacionales.  Salgo de casa a las 7:40 para llegar al bus de las 7:45 que pasa a dos calles de mi casa. Esa es mi ultima oportunidad para el bus y llegar temprano al ICMAT, sino me toca el atasco de la entrada de los colegios y el tramo de bus puede ser eterno.

Allí, saco el portátil y ahi comienza el día laboral. Los 50 minutos del bus que tengo de casa a la estación Moncloa en Madrid los uso generalmente para corregir las cuentas y trabajos de mis estudiantes de grado, master o doctorado. Paso la wifi del móvil al ordenador y respondo los correos “razonables”, esos que se necesita unos 15 minutos para chequear cosas antes de responder. Luego de la tranquilidad del bus, llega el movimiento de la ciudad. De Moncloa a Sol en metro (parando por un cafe en el metro), y de Sol a Cantoblanco (campus UAM) en Cercanias, que es donde esta el ICMAT.

La mañana es la parte más dinámica del día. Al llegar al ICMAT empiezo con “la burocracia  de todos los días”. Siempre hay una justificación de un viaje, o material asociado al proyecto que justificar, o el viaje de un visitante; donde se tarda unas cuantas horas en preparar la justificación, pero es necesarios para que todo funcione en nuestro día a día. A media mañana, generalmente estoy reunido con las y los estudiantes. Están en un despacho frente al mío, así que es muy fácil la comunicación entre nosotros. También, a media mañana asisto a algún seminario que me interese, y tengo reuniones por Skype con colaboradores de otros países. También puedo hacer alguna revision de un articulo por la mañana. Antes de la comida respondo los emails “largos”, esos de los cuales, antes de responder, hay que hacer alguna cuenta, o leer alguna bibliografía o entender una demostración de algún teorema.  Muchas veces llevo la comida desde casa al trabajo y como en la sala común, como otros colegas y amigos, donde tenemos también facilidades para cocinar en microondas y comprar comida.

Luego de la comida generalmente ya puedo sentarme a  hacer cuentas en papel, en la pizarra, leo artículos relacionados con mi investigación, trabajo en la escritura de artículos científicos, trabajo en las correcciones que hacen evaluadores sobre mis artículos científicos, y continuo con reuniones, ya sean telemáticas, o con el grupo de investigación al que pertenezco en el ICMAT. Por la tarde el ambiente es mucho más relajado, puedo poner música (con la puerta cerrada del despacho para no molestar), y disfrutar del pensar en los problemas que estudio. Prepararme un café (tengo maquina de café en el despacho) y ponerme frente a la pizarra a pensar y hacer cálculos. También a veces las ideas ocurren al caminar por los alrededores del ICMAT. Tenemos un Campus universitario hermoso en Cantoblanco!. Desde la comida hasta irme del ICMAT intento no chequear correos y silenciar el móvil. Aunque hago trampa, y chequeo de quienes son los email (no su contenido) por el reloj que hace vibrar mi muñeca cada ves que llega un email.

Me voy del ICMAT alrededor de las 6:30pm, y en ese transcurso hasta casa, usualmente voy pensando en el problema que estuve trabajando en el día. Una vez en el bus, de nuevo saco el portátil y termino de responder los correos y WhatsApp atrasados del día.

Viajo muchísimo: A conferencias, de estancias de investigación, o cursos, etc. El avión es parte de mi día a día en este sentido.  Los experimentos no se realizan en el ICMAT sino que se hacen en los laboratorios con los que colaboro en Suecia, Holanda, Argentina e India, así que para ayudar en a implementación es mejor estar allí donde se realizan las tareas experimentales. También al trabajar con gente de distintos usos horarios cómo Estados Unidos, India y Australia, se necesita tener flexibilidad con los horarios, y tener reuniones telemáticas después de cenar. Los viernes generalmente voy con los estudiantes del grupo a cenar o a algún bar, y los fines de semana esta completamente prohibido trabajar.