Perfil

Soy científica porque me puede la curiosidad, soy de esas personas que son incapaces de estar viendo una peli y no ir a Google a buscar inmediatamente si la historia es original, está basada en un libro, o si está inspirada en hechos reales… y me pasa eso con casi todo. En el cole había gente que me llamaba «la enciclopedía» – si, suena viejuno, pero es que soy de la generación que creció sin internet!!!! – aunque lo cierto es que tengo facilidad para recordar curiosidades y datos absurdos, muy útiles para animar conversaciones a la hora del café… esta memoria casi fotogénica no funciona como a mi me gustaría…

Soy de pueblo, en realidad, de monte. Me gusta asomarme a la ventana y ver verde y salir a caminar entre los árboles (pero los de verdad, no los de los parques y jardines de las ciudades que me agobian mucho).

Soy la mayor de cinco hermanos (somos 4 chicas y un chico… él es el pequeño) así que lo de trabajar en equipo – FUNDAMENTAL PARA ESTO DE LA CIENCIA- lo llevo haciendo toda la vida. Mi lugar está dentro del grupo, no ambiciono ser la capitana de ninguna otra cosa que no sea mi vida.

Entre mis aficiones inconfesables, la costura! Me encanta la ropa, pero debo ser un poco horterilla y, como muchas veces no encuentro cosas que me gusten en las tiendas, aprendí a coser para poder hacerme mis propios vestidos. Y os advierto: una de las peores cosas de esto de trabajar en un laboratorio es que la seguridad limita bastante «los estilismos». Aunque yo aprovecho cualquier ocasión para sacar a la «folclórica» que hay en mí.

Me encanta salir a bailar, soy de esas que «bailan hasta la música del telediario» y si… igual que se me quedan en la cabeza todos los datos inútiles del mundo, con las canciones me pasa lo mismo, eso si, no tengo talento musical alguno (creo que deberían prohibirme la entrada en los karaokes por el bien de la humanidad).

Aunque en los casi 13 años que llevo trabajando en esto de la ciencia he echo muchas cosas, casi siempre han estado relacionadas con el cuidado del medioambiente.

Ahora estoy trabajando en un proyecto en el que intentamos mejorar la calidad del aire en Asturias. Para ello, en colaboración con varias empresas, estamos fabricando una serie de materiales que son capaces de atrapar las especies contaminantes que hay en la mayoría de gases industriales. La idea es que estos materiales, que son más baratos que los que se emplean ahora, puedan usarse en las industrias de la zona para asegurar que cumplan la normativa medioambiental.

Además estamos intentando buscar formas de darles nuevos usos a los residuos que se generan durante el proceso de tratamiento de gases, para reducir aún más el impacto medioambiental de la industria.

Que todo ello además se haga dentro de la misma región (Asturias) le da valor añadido, ya que desarrollamos un sistema de economía circular en el que los residuos que genera una industria los aprovecha otra para fabricar nuevos productos, reduciendo mucho la contaminación que supondría el transporte de los mismos a zonas más lejanas.

Me levanto a las 6 de la mañana (vivo lejos del trabajo), ducha, desayuno – con mantel y todo, que si no no funciono – y al trabajo escuchando Radio3. Al llegar al instituto reviso el mail y dependiendo de si toca o no ensayo el día puede variar:

Si toca ensayo me voy al laboratorio, vuelvo a enchufar Radio3 en la radio del laboratorio, y arranco lo que tenga que hacer: analizar muestras, cambiar el montaje para hacer experimentos nuevos… aunque lo normal es que tenga que probar nuevos materiales.

Los experimentos para probar nuevos materiales son bastante parecidos: preparo la mezcla del material y hago pasar a través de la misma una mezcla de gases que está formada por distintas especies (CO2, O2, humedad, NOx, SO2, HCl,…) intentando que se parezca lo máximo a los gases que emitiría una industria. Durante el experimento, controlo tiempo, temperatura, presión y la concentración de cada una de las especies contaminantes. De todo esto lo que más tiempo lleva es prepararlo todo.

Sobre las 10, 10:30 quedo a tomar el café con mis compañeras y volvemos al laboratorio.

El día que no toca bajar al laboratorio, me quedo en el despacho revisando datos, haciendo cálculos, escribiendo informes y pero sobretodo: revisando bibliografía, es decir, leyendo el trabajos que otros científicos y científicas han hecho antes y que están relacionados con lo que yo estoy haciendo para no repetir los mismos errores e intentar avanzar por el buen camino.

Sobre las 2 bajamos a comer (de tupper…) y vuelta al trabajo. Yo suelo quedarme hasta las 4, 4 y media, salvo que tenga que hacer algún ensayo más largo, pero tengo la suerte de que si algún día me quedo hasta tarde al día siguiente me puedo ir antes;) Así que a las 5 o así estoy en casa para hacer lo que me apetezca!!!